Nuevamente hemos visto reconocido nuestro trabajo en un certamen internacional.
Se trata, en este caso, del mla (media literacy awards) de Viena, Austria.
Como no podía ser de otra manera, hemos ido a recogerlo, orgullosos por ver valorado nuestro esfuerzo y nuestra contribución al Proyecto de Salud que se desarrolla en el IES Miguel Servet.
La delegación estaba compuesta por dos alumnas de 4ºB, Elena Bello y Jazmín Pérez y los Profesores José Manuel Mateos e Ignacio Cólera.
Invitados por la Organización, partimos el día 4 de noviembre en el AVE a Barcelona.
Se puede decir que hemos recibido nuestro “bautismo de la terminal 1”. Acudimos a la entrada a la hora fijada y con tres cuartos de hora de antelación sobre la hora prevista de salida del vuelo. Pero el puesto de control se convierte en un embudo por donde han de pasar todos los pasajeros de todas las terminales; total,…cinturones, hebillas, monedas, monederos, relojes, anillos, joyas (nosotros no), botellines de agua, zapatos, botas, mochilas, bolsos, abrigos…y, a continuación, el proceso inverso. Total, faltan diez minutos para la salida del vuelo que estaba en la puerta 54, es decir al final de la Terminal: prisas, carreras, sofocos, que no llegamos…que no es esta puerta, que la han cambiado, miren ustedes en las pantallas; vuelta para atrás: más sofocos, más apuros, ¡que se nos va el avión, que nos quedamos en tierra!, ¿dónde hay una pantalla?, aquí está, es aquella puerta, aún más allá… ¡Ah!... por un pelín. Pero, como es bien sabido, el “pelín” es una medida española imprecisa pero absolutamente exacta que hace que todo cuadre y encaje. Cinco minutos más tarde estábamos en cabeza de pista. El resto del trayecto, perfecto. Bueno, al descender a Viena y entrar en zona de nubes…hubo algún pequeño susto con las turbulencias…
Nos esperaba un taxi para llevarnos directamente al hotel.
La organización puso a nuestra disposición a dos traductores que nos acompañaron a todas partes. Nos esperaban en el hotel y, a partir de ese momento, fueron nuestra voz y nuestros oídos para movernos por el festival (gracias, Achim y Gabrielle).
A las seis de la tarde, después de recoger las credenciales en el Info-point se abrió del festival con la proyección parcial de Little alien de Nina Kusturica, seguida de un breve coloquio.
Finalizado el acto, nos sirvieron un buffet a base de canapés variados. Terminado el refrigerio, en compañía de las profesoras Elena y Rosana, organizadoras del festival MUVIES de Madrid, regresamos al hotel.
Día 5, jueves
Diana, y a las 8:30 desayuno en autoservicio, abundante y bien presentado.
Primera sorpresa agradable: habían llegado los representantes de Carate Brianza y Nápoles acompañados de dos alumnos. A uno de ellos, Edoardo, ya lo conocíamos porque hospedó en su casa a Antonio Sardá el curso pasado. Él habla español, con lo cual nuestras alumnas tenían un intérprete para poderse comunicar. Han hecho una buena amistad.
A las diez comenzó la entrega de premios a los ganadores de las diferentes secciones de Radio, Imprenta, Nuevos Medios y Video. Nuestros amigos de Carate Brianza recibieron el premio por Doors, un breve pero impactante trabajo sobre el problema de la inmigración. Nuestra sincera felicitación para ellos.
A las doce, un descanso para comer y, a la una, comenzó la sesión de tarde en la que se proyectaron los videos destinados a la votación del público. A pesar de lo prolongado de la sesión (30 cortos), nos llamó la atención el buen comportamiento de los alumnos que llenaban la sala. Después de cada proyección los participantes salían a responder a las preguntas que les formulaban los presentadores y el público sobre el trabajo realizado. Dejaban traslucir la gran ilusión e interés que habían puesto en su trabajo.
Terminada la proyección, se recogieron las papeletas para el premio del público, finalizando a las cinco de la tarde.
El resto de la tarde lo dedicamos a recorrer el centro de la ciudad en compañía de los profesores italianos, y nuestras alumnas hicieron lo propio.
Después de cenar en un típico restaurante vienés en amena charla, nos retiramos al hotel a las once, donde continuamos la conversación. Fue un coloquio distendido y amigable que nos ha permitido conocernos y compartir experiencias sobre nuestro trabajo.
Día 6, viernes.
Diana a la hora de costumbre, desayuno y salida para la sala de proyecciones.
A las diez, comenzó la presentación de los trabajos premiados y la entrega de los trofeos para cada una de las secciones.
Todos fueron de gran calidad, pero nos llamó especialmente la atención la animación Darwin Reise mit der Beagle. Realizado por alumnos y alumnas de los primeros cursos de primaria. Fue una presentación impecable en su sencillez, que fue complementada por una escenificación de los propios alumnos que interrogaban a los presentes sobre las cuestiones que habían aparecido en el video. Al que acertaba la respuesta le obsequiaban con una golosina. Con su camiseta amarilla y su espontaneidad estuvieron encantadores.
Por fin llegó la presentación de Igual que tú. Después de la proyección salimos al escenario. En primer lugar dimos las gracias por las atenciones que habíamos recibido de la organización y de las personas que nos habían acompañado. A continuación respondimos a las preguntas que nos hicieron sobre el corto. Recibimos sinceras felicitaciones tanto por la novedad de la forma como por el tema tratado. Entendían que era una pequeña muestra de lo avanzada que está la sociedad española en el tema de la igualdad hombre-mujer. Nos hemos sentido muy halagados por ello.
Con la entrega del premio del público se clausuró el festival a la una de la tarde.
A las cinco, los miembros de la organización nos invitaron a tomar una cerveza. La reunión sirvió para seguir cambiando impresiones sobre el festival y los diversos temas que se trataron en él.
Por la noche nos juntamos a cenar en un típico restaurante en el que la conversación distendida, aderezada de un humor espontáneo y contagioso (algo tendría que ver el vino vienés), se prolongó un largo rato. Ni la diferencia del idioma fue capaz de poner barreras a la comunicación. Alguno se comprometió a hacer un corto sobre la capacidad del ser humano para comunicarse por los gestos. Hay materia para un corto largo…
A partir de aquí comenzaron las despedidas, los reiterados agradecimientos, las invitaciones para nuevos encuentros, la satisfacción de habernos conocido y las promesas para continuar una relación de amistad que tantas alegrías nos había proporcionado en tan poco tiempo.
De regreso en el hotel, continuamos la conversación con nuestros amigos italianos empeñados en “arreglar el mundo”. Aún no lo hemos logrado pero estamos en ello.
Día 7, sábado.
Dedicamos la mañana a pasear por la ciudad y hacer las últimas compras. La VISA temblando y los bolsillos vacíos…
Nos despedimos de Viena guardando en nuestra memoria la elegancia de sus edificios señoriales, muestra de su pasado imperial.
Todos hemos prometido volver.
A la una, nos recogió un taxi de la organización para llevarnos al aeropuerto. A las tres y cuarto enfilábamos la pista de despegue rumbo a Barcelona. A las diez menos cuarto entrábamos en la estación de Delicias.
Nos esperaba la familia y Carlos Moreno para hacernos las fotos de rigor con el trofeo conseguido.
Ha sido una magnífica experiencia.
Queremos, desde aquí, reiterar nuestro agradecimiento a la organización del Media Literacy Award de Viena, y de manera muy especial a Renate Holubek, a Gabriele y Achim por las atenciones que han tenido con nosotros. Gracias.
Ignacio Cólera y José Manuel Mateos
Se trata, en este caso, del mla (media literacy awards) de Viena, Austria.
Como no podía ser de otra manera, hemos ido a recogerlo, orgullosos por ver valorado nuestro esfuerzo y nuestra contribución al Proyecto de Salud que se desarrolla en el IES Miguel Servet.
La delegación estaba compuesta por dos alumnas de 4ºB, Elena Bello y Jazmín Pérez y los Profesores José Manuel Mateos e Ignacio Cólera.
Invitados por la Organización, partimos el día 4 de noviembre en el AVE a Barcelona.
Se puede decir que hemos recibido nuestro “bautismo de la terminal 1”. Acudimos a la entrada a la hora fijada y con tres cuartos de hora de antelación sobre la hora prevista de salida del vuelo. Pero el puesto de control se convierte en un embudo por donde han de pasar todos los pasajeros de todas las terminales; total,…cinturones, hebillas, monedas, monederos, relojes, anillos, joyas (nosotros no), botellines de agua, zapatos, botas, mochilas, bolsos, abrigos…y, a continuación, el proceso inverso. Total, faltan diez minutos para la salida del vuelo que estaba en la puerta 54, es decir al final de la Terminal: prisas, carreras, sofocos, que no llegamos…que no es esta puerta, que la han cambiado, miren ustedes en las pantallas; vuelta para atrás: más sofocos, más apuros, ¡que se nos va el avión, que nos quedamos en tierra!, ¿dónde hay una pantalla?, aquí está, es aquella puerta, aún más allá… ¡Ah!... por un pelín. Pero, como es bien sabido, el “pelín” es una medida española imprecisa pero absolutamente exacta que hace que todo cuadre y encaje. Cinco minutos más tarde estábamos en cabeza de pista. El resto del trayecto, perfecto. Bueno, al descender a Viena y entrar en zona de nubes…hubo algún pequeño susto con las turbulencias…
Nos esperaba un taxi para llevarnos directamente al hotel.
La organización puso a nuestra disposición a dos traductores que nos acompañaron a todas partes. Nos esperaban en el hotel y, a partir de ese momento, fueron nuestra voz y nuestros oídos para movernos por el festival (gracias, Achim y Gabrielle).
A las seis de la tarde, después de recoger las credenciales en el Info-point se abrió del festival con la proyección parcial de Little alien de Nina Kusturica, seguida de un breve coloquio.
Finalizado el acto, nos sirvieron un buffet a base de canapés variados. Terminado el refrigerio, en compañía de las profesoras Elena y Rosana, organizadoras del festival MUVIES de Madrid, regresamos al hotel.
Día 5, jueves
Diana, y a las 8:30 desayuno en autoservicio, abundante y bien presentado.
Primera sorpresa agradable: habían llegado los representantes de Carate Brianza y Nápoles acompañados de dos alumnos. A uno de ellos, Edoardo, ya lo conocíamos porque hospedó en su casa a Antonio Sardá el curso pasado. Él habla español, con lo cual nuestras alumnas tenían un intérprete para poderse comunicar. Han hecho una buena amistad.
A las diez comenzó la entrega de premios a los ganadores de las diferentes secciones de Radio, Imprenta, Nuevos Medios y Video. Nuestros amigos de Carate Brianza recibieron el premio por Doors, un breve pero impactante trabajo sobre el problema de la inmigración. Nuestra sincera felicitación para ellos.
A las doce, un descanso para comer y, a la una, comenzó la sesión de tarde en la que se proyectaron los videos destinados a la votación del público. A pesar de lo prolongado de la sesión (30 cortos), nos llamó la atención el buen comportamiento de los alumnos que llenaban la sala. Después de cada proyección los participantes salían a responder a las preguntas que les formulaban los presentadores y el público sobre el trabajo realizado. Dejaban traslucir la gran ilusión e interés que habían puesto en su trabajo.
Terminada la proyección, se recogieron las papeletas para el premio del público, finalizando a las cinco de la tarde.
El resto de la tarde lo dedicamos a recorrer el centro de la ciudad en compañía de los profesores italianos, y nuestras alumnas hicieron lo propio.
Después de cenar en un típico restaurante vienés en amena charla, nos retiramos al hotel a las once, donde continuamos la conversación. Fue un coloquio distendido y amigable que nos ha permitido conocernos y compartir experiencias sobre nuestro trabajo.
Día 6, viernes.
Diana a la hora de costumbre, desayuno y salida para la sala de proyecciones.
A las diez, comenzó la presentación de los trabajos premiados y la entrega de los trofeos para cada una de las secciones.
Todos fueron de gran calidad, pero nos llamó especialmente la atención la animación Darwin Reise mit der Beagle. Realizado por alumnos y alumnas de los primeros cursos de primaria. Fue una presentación impecable en su sencillez, que fue complementada por una escenificación de los propios alumnos que interrogaban a los presentes sobre las cuestiones que habían aparecido en el video. Al que acertaba la respuesta le obsequiaban con una golosina. Con su camiseta amarilla y su espontaneidad estuvieron encantadores.
Por fin llegó la presentación de Igual que tú. Después de la proyección salimos al escenario. En primer lugar dimos las gracias por las atenciones que habíamos recibido de la organización y de las personas que nos habían acompañado. A continuación respondimos a las preguntas que nos hicieron sobre el corto. Recibimos sinceras felicitaciones tanto por la novedad de la forma como por el tema tratado. Entendían que era una pequeña muestra de lo avanzada que está la sociedad española en el tema de la igualdad hombre-mujer. Nos hemos sentido muy halagados por ello.
Con la entrega del premio del público se clausuró el festival a la una de la tarde.
A las cinco, los miembros de la organización nos invitaron a tomar una cerveza. La reunión sirvió para seguir cambiando impresiones sobre el festival y los diversos temas que se trataron en él.
Por la noche nos juntamos a cenar en un típico restaurante en el que la conversación distendida, aderezada de un humor espontáneo y contagioso (algo tendría que ver el vino vienés), se prolongó un largo rato. Ni la diferencia del idioma fue capaz de poner barreras a la comunicación. Alguno se comprometió a hacer un corto sobre la capacidad del ser humano para comunicarse por los gestos. Hay materia para un corto largo…
A partir de aquí comenzaron las despedidas, los reiterados agradecimientos, las invitaciones para nuevos encuentros, la satisfacción de habernos conocido y las promesas para continuar una relación de amistad que tantas alegrías nos había proporcionado en tan poco tiempo.
De regreso en el hotel, continuamos la conversación con nuestros amigos italianos empeñados en “arreglar el mundo”. Aún no lo hemos logrado pero estamos en ello.
Día 7, sábado.
Dedicamos la mañana a pasear por la ciudad y hacer las últimas compras. La VISA temblando y los bolsillos vacíos…
Nos despedimos de Viena guardando en nuestra memoria la elegancia de sus edificios señoriales, muestra de su pasado imperial.
Todos hemos prometido volver.
A la una, nos recogió un taxi de la organización para llevarnos al aeropuerto. A las tres y cuarto enfilábamos la pista de despegue rumbo a Barcelona. A las diez menos cuarto entrábamos en la estación de Delicias.
Nos esperaba la familia y Carlos Moreno para hacernos las fotos de rigor con el trofeo conseguido.
Ha sido una magnífica experiencia.
Queremos, desde aquí, reiterar nuestro agradecimiento a la organización del Media Literacy Award de Viena, y de manera muy especial a Renate Holubek, a Gabriele y Achim por las atenciones que han tenido con nosotros. Gracias.
Ignacio Cólera y José Manuel Mateos
Enhorabuena a todos por este nuevo premio, partiendo de cero pero con ganas y esfuerzo se consiguen pequeñas-grandes obras.
ResponderEliminarÁnimo y adelante con la próxima.
Recuerdos.
Jorge.